Ubicación Física: 370.1 / P778 2006
Ayudar a crecer : cuestiones filosóficas de la educación / | |
Autor: | Polo Barrena, Leonardo, 1926-2013. |
Serie: | Educación. |
Pié de imprenta: | Pamplona : Ediciones Universidad de Navarra, 2006. |
Descripción: | 228 páginas ; 14 x 22 cm. |
ISBN: | 8431323639. |
Tema(s): | |
Resumen: | El fin de los padres es el hijo, no sólo en cuanto a la generación, sino también en la educación. Su fin es coeducar al hijo. De modo que la educación unilateral a cargo del padre o de la madre, la poligamia, el divorcio, etc., comportan inexorablemente déficits educativos. La educación del padre y de la madre es distinta, pero complementaria. El padre enseña a jugar, a saber ganar según unas reglas y a saber perder con serenidad. La madre es el regazo, la acogida. El hombre es radicalmente hijo. Nace débil y hay que ayudarle a crecer. Educar es tal ayuda, pero ¿en qué ayudársele a crecer? En orden a cumplir adecuadamente en él ese proyecto de hijo novedoso e irrepetible que es y que está llamado a ser, es decir, en orden a Dios.El lector está ante unas observaciones educativas tan sencillas como profundas, bien fundamentadas y de gran alcance, llevado de la mano de un pensador profundo que se muestra aquí sumamente asequible. La primera clave de la educación infantil estriba en la educación de los sentimientos, la afectividad. La segunda, en la educación de la imaginación, base imprescindible para la educación de la inteligencia y de la voluntad. Luego viene la educación en el respeto a la verdad, en las virtudes, en la investigación en la orientación global, y siempre, en la religiosa. |
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura topográfica | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Libro - General | Sede Cra 13 CYP | Colección General | 370.1/P778/2006 (Navegar estantería(Abre debajo)) | Ej. 1 | Disponible | 42905 |
Humanidades
Psicología
El fin de los padres es el hijo, no sólo en cuanto a la generación, sino también en la educación. Su fin es coeducar al hijo. De modo que la educación unilateral a cargo del padre o de la madre, la poligamia, el divorcio, etc., comportan inexorablemente déficits educativos. La educación del padre y de la madre es distinta, pero complementaria. El padre enseña a jugar, a saber ganar según unas reglas y a saber perder con serenidad. La madre es el regazo, la acogida.
El hombre es radicalmente hijo. Nace débil y hay que ayudarle a crecer. Educar es tal ayuda, pero ¿en qué ayudársele a crecer? En orden a cumplir adecuadamente en él ese proyecto de hijo novedoso e irrepetible que es y que está llamado a ser, es decir, en orden a Dios.
El lector está ante unas observaciones educativas tan sencillas como profundas, bien fundamentadas y de gran alcance, llevado de la mano de un pensador profundo que se muestra aquí sumamente asequible.
La primera clave de la educación infantil estriba en la educación de los sentimientos, la afectividad. La segunda, en la educación de la imaginación, base imprescindible para la educación de la inteligencia y de la voluntad. Luego viene la educación en el respeto a la verdad, en las virtudes, en la investigación en la orientación global, y siempre, en la religiosa.
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