En consecuencia, el autor de este ensayo, un reconocido vallecaucano, hombre público y líder de opinión, aboga por la necesidad de partidos organizadores y fuertes que sean alternativas viables de poder y ofrezcan al lector la posibilidad de ensayar nuevas ideas de gobiernos que sustituyan a las que fracasaron; de allí su argumentación en favor del voto obligatorio y de la recuperación del liberalismo “gestor de cambio político y social”.

Para nadie es un secreto el gran desprestigio en que han caído los partidos políticos de Colombia como dinamizadores de la democracia moderna y participativa. La corrupción en todas sus variables junto a su permisividad y el buscar mantenerse indefinidamente en el poder político, en alianza con los dueños del poder económico (legal o ilegal) y sus interese particulares, condujeron a su descrédito y a los altos índices de abstencionismo como trasunto de una desconfianza y un escepticismo generalizado en el grueso de la población.