Derecho

La vertiginosa presencia del derecho procesal constitucional viene cobrando un vigoroso fortalecimiento dentro del incierto de las demás procesales, al extremo de que de capitii diminutio frente al desarrollo epistémico del procesalismo ortodoxo y del clásico, hoy bien puede afirmarse que ella, sin proponérselo, se está convirtiendo en la primus inter pares de las disciplinas clásicas del derecho procesal civil, penal, laboral, etc. Independientemente de la posición que se tome respecto a su situación jurídico-científica, no cabe duda que la importancia que ha tomado en la actualidad el derecho procesal constitucional es de grado superlativo, al extremo de que hoy se puede afirmar que la concepción del proceso en general ha sido fuertemente influida y determinada por los avances que ha logrado esta novel disciplina, y que se revelan sobre todo en la concreción práctica de un principio fundamental del derecho procesal: el carácter instrumental y finalista del proceso. Sin duda, es el ámbito del derecho procesal constitucional donde, tanto el aspecto de su regulación normativa como de su desarrollo jurisprudencial y doctrinario más asiento ha encontrado el concepto que la doctrina procesal moderna entiende como el gran punto de encuentro entre el derecho procesal y el derecho material y la piedra de toque de futuros desarrollos de una teoría procesal constitucionalmente adecuada: la tutela jurisdiccional efectiva.