Arquitectura

Barcelona, "cap y casal" de Catalunya, se destapa, en estos tiempos de memorias, con las suyas. Salvo claro está que esto no es enteramente cierto; es la voz de Barcelona, si, pero para ello no es preciso que la ciudad hable nuestro propio idioma. La ciudad, o las ciudades con historia, con personalidad, con estilo, tienen su propio acento, o como diría un poeta, su propio verso. Basta pasear por sus plazas y callejas, escuchar sus sonido, su latido canalla incluso. Y es entonces cuando salta la voz de la ciudad: "Yo, Barcelona, estoy, soy, escuchadme". Esto es lo que ha hecho Tomás Salvador, en colaboración con el fotógrafo Clemente Merino; echarse por las calles, ver la luz, escuchar, mirar las heridas del tiempo en las piedras, la sangre humana en las calle. Y así, la historia se da por añadidura. Si acaso, el más grave problema es refundir, sintetizar lo que es mucho más amplio y más representativo. Barcelona, con dos mil años de historia, es una de las ciudades del mundo con mayor personalidad. Este libro pretende ser breve, amable, representativo y cómodo. Es el talante de una ciudad. Un libro para el recuerdo, para ese recuerdo que quisiéramos aprisionar cuando paseamos por unas calles. No es un libro para eruditos, ni para historiadores. Es un libro para usted, amigo, que también ha captado su gracia, su interés. Barcelona, si, la gran encisera que decía Maragall.