Ubicación Física: 233.5 / A662
El lugar del hombre en el universo : "anima forma corporis" en el pensamiento de Santo Tomás de Aquino / | |
Autor: | Aranguren, Javier. |
Pié de imprenta: | Pamplona : Ediciones Universidad de Navarra, 1997. |
Descripción: | 218 p. |
ISBN: | 8431314637. |
Tema(s): | |
Resumen: | El siglo XIII puede ser considerado como uno de los grandes momenos de florecimiento del pensar filosófico en Europa. A pesar de la coincidencia en un punto de partida común, la fe cristiana no faltaron los puntos de discordia, vividos con una singular pasión, nacida de un comprometido amor a la verdad. Quizá el alma en el cual la discusión alcanzó su punto mas virulento fue el de la composición del ser humano. La disyunta última oscilaba entre el admitir la inmortalidad del alma, en detrimento de la consideración de lo corpóreo, y la necesidad de dar una razón suficiente del núcleo del dogma cristiano la resurrección y de la experiencia común del hombre que entiende y que siente. En este estudio histórico-sistemático se ve cómo Santo Tomás de Aquino dedicó ingentes esfuerzos para evitar la presunta irreductibilidad entre los planteamientos agustinianos y los aristotélicos. Su respuesta una magistral combinación de la doctrina de Aristóteles con planteamientos neoplatónicos se esclare en las búsqueda del lugar del hombre en el universo |
Tipo de ítem | Ubicación actual | Colección | Signatura | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Libro - General | Biblioteca Sede 4 Sede4 | Colección General | 233.5 / A662 (Navegar estantería) | Ej. 1 | Disponible | 39883 |
Humanidades
El siglo XIII puede ser considerado como uno de los grandes momenos de florecimiento del pensar filosófico en Europa. A pesar de la coincidencia en un punto de partida común, la fe cristiana no faltaron los puntos de discordia, vividos con una singular pasión, nacida de un comprometido amor a la verdad. Quizá el alma en el cual la discusión alcanzó su punto mas virulento fue el de la composición del ser humano. La disyunta última oscilaba entre el admitir la inmortalidad del alma, en detrimento de la consideración de lo corpóreo, y la necesidad de dar una razón suficiente del núcleo del dogma cristiano la resurrección y de la experiencia común del hombre que entiende y que siente. En este estudio histórico-sistemático se ve cómo Santo Tomás de Aquino dedicó ingentes esfuerzos para evitar la presunta irreductibilidad entre los planteamientos agustinianos y los aristotélicos. Su respuesta una magistral combinación de la doctrina de Aristóteles con planteamientos neoplatónicos se esclare en las búsqueda del lugar del hombre en el universo
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