Ubicación Física: 170. / M522
Etica de la compasión / | |
Autor: | Mèlich, Joan-Carles, 1961-. |
Pié de imprenta: | Barcelona : Herder, 2010. |
Descripción: | 317 p. 14 x 22 cm. |
ISBN: | 9788425426599. |
Tema(s): | |
Resumen: | La ética es la respuesta a una interpelación que pone en cuestión el orden moral. Lo que nos convierte en humanos no es la obediencia a un código universal y absoluto, sino el reconocimiento de la radical vulnerabilidad de nuestra condición y el hecho de no poder eludir la demanda del dolor del otro.La ética pues, a diferencia de la moral, es la respuesta compasiva que damos a los heridos que nos interpelan en los distintos trayectos de nuestra vida, cuando bajamos de Jerusalén a Jericó.No hay ética porque sepamos qué es el bien, sino porque hemos vivido y hemos sido testigos de la experiencia del mal. No hay ética porque uno cumpla con su deber, sino porque nuestra respuesta ha sido adecuada al sufrimiento. No hay ética porque seamos dignos, porque tengamos dignidad, sino porque somos sensibles a los indignos, a los infrahumanos, a los que no son personas. |
Tipo de ítem | Ubicación actual | Colección | Signatura | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Libro - General | BIBLIOTECA SEDE LA CARO LA CARO | Colección General | 170. / M522 (Navegar estantería) | Ej. 1 | Disponible | 54301 |
Humanidades
La ética es la respuesta a una interpelación que pone en cuestión el orden moral. Lo que nos convierte en humanos no es la obediencia a un código universal y absoluto, sino el reconocimiento de la radical vulnerabilidad de nuestra condición y el hecho de no poder eludir la demanda del dolor del otro.
La ética pues, a diferencia de la moral, es la respuesta compasiva que damos a los heridos que nos interpelan en los distintos trayectos de nuestra vida, cuando bajamos de Jerusalén a Jericó.
No hay ética porque sepamos qué es el bien, sino porque hemos vivido y hemos sido testigos de la experiencia del mal. No hay ética porque uno cumpla con su deber, sino porque nuestra respuesta ha sido adecuada al sufrimiento. No hay ética porque seamos dignos, porque tengamos dignidad, sino porque somos sensibles a los indignos, a los infrahumanos, a los que no son personas.
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